Marisol Filgueiras

Existen muchas maneras de alimentarse correctamente. Y otras tantas de hacerlo mal. Nuestro cuerpo tiene unas necesidades mínimas y también unos límites. Cuando no se alcanzan las primeras o se sobrepasan los segundos, aparecen el malestar y la enfermedad. Con frecuencia las transgresiones nutricionales del pasado y sus consecuencias se pueden frenar y revertir fácilmente cambiando algunos hábitos. Y los cambios, aunque sean pequeños, generan resultados. Una dieta adecuada tiene dos puntos clave. Que sea equilibrada y que te motive. Porque no si no se adapta a tu estilo de vida no importa que sea la dieta más molona del momento, no será la correcta para ti. De verdad que no importa si no tienes tiempo para desayunar, no te gusta la cocina, comes siempre fuera de casa o tus horarios son dispares, nada de esto te condena. Coge las riendas de tu salud y, seas como seas, encontraremos la mejor solución para ti.

Es fundamental que te cuides durante el embarazo. Preparamos menús para que no te falte ningún nutriente. También te ayudamos a recuperar el peso después del parto.

Come menús adaptados a tu enfermedad y coge el hábito rápidamente. Notarás cómo mejoras (dismuyendo tu tensión arterial, tus niveles de colesterol y triglicéridos…)

Elaboración de dietas equilibradas, fáciles de llevar a cabo y sin pasar hambre. Una alimentación sana ayuda a mantener tu salud, por ello nuestras dietas son personalizadas y se adaptan a tus necesidades y horarios. Si buscas un dietista nutricionista que te ayude, prueba con nosotros.

Elaboración de dietas adaptadas a cada tipo de actividad con las que se busca favorecer el rendimiento físico y mantener un buen estado de salud. Encuentra el balance perfecto.

Como veíamos en el artículo anterior, el ayuno intermitente o intermittent fasting es la abstinencia voluntaria y estratégicamente controlada de alimentos, también llamada ventana de ayuno, que se alterna con periodos de ingesta, o ventana de alimentación.